viernes, 30 de septiembre de 2016

Distribución de la renta








Definicion de mercado y mercado de trabajo



Definicion de mercado


Lugar teórico o físico donde se encuentra la oferta
y la demanda de productos
y servicios y se determinan los precios.


En este gráfico se explica como se relaciona
dentro de lo que es el mercado las familias y las empresas,
por un lado la familia le ofrece a las empresas
su fuerza de trabajo y a cambio recibe un pago.
Por el otro lado las empresas le ofrecen a las familias
sus bienes a cambio de dinero.

Propuesta de Keynes


Jueves negro (Crisis de 1929)



Primeras impresiones de Keynes del crack de Wall Street

John Maynard Keynes
«El mundo comienza a darse cuenta -desde hace algunas semanas sobre todo- de que estamos pasando por una de las mayores depresiones en la industria que se han conocido. El descenso en los precios es en todos los países uno de los más fuertes y rápidos, con la sola excepción quizá de 1921. Desde principios del presente año, el precio medio de los productos de consumo ha caído en un doce por ciento, y ciertos artículos, tales como el cobre, el caucho, la plata alcanza su más baja cotización mientras que otros vuelven a los precios de anteguerra.
En tales circunstancias, es inevitable que se produzca un gran retraimiento en los negocios. Las nuevas empresas se ven detenidas y retrasadas en todas partes del mundo, y los comerciantes están sufriendo importantes pérdidas por doquier. Este retraimiento afecta igualmente a los Estados Unidos de Norteamérica; pero ocurre que en aquel país no parecen tomar la situación tan en serio como fuera menester. Y esto constituye, sin duda, un elemento peligroso.
En la actualidad, en efecto, Wall Street se ilusiona con la esperanza de que ésta es una de tantas depresiones de menor cuantía, como ocurrió, por ejemplo, en 1924. Creo totalmente errónea semejante interpretación»..
‘Mr. J. Maynard Keynes nos habla de la crisis mundial’, El Sol, Madrid, 10 de junio de 1930.
Las correcciones keynesianas al sistema capitalista-liberal
La doctrina económica elaborada por Keynes marca un hito para el capitalismo liberal; el supo teorizar una serie de prácticas que, abiertamente o en latencia, habían ido cobrando realidad desde la primera guerra mundial. El papel asignado al estado en el campo económico frente al tradicional “laissez faire”, constituye la nota más sobresaliente de la elaboración teórica keynesiana.
«Aunque mi teoría apunta la importancia vital de atribuir a los organismos centrales ciertos poderes de dirección hoy confiados en su mayor parte a la iniciativa privada, le reconoce un amplio dominio de la actividad económica.
En lo que concierne a la propensión al consumo (1), el Estado se verá obligado a ejercer sobre ella una acción directa por su política fiscal a través de la determinación de la tasa de interés y quizá también por otros medios. En cuanto a los flujos de inversión (2), parece poco probable que la influencia de la política bancaria sobre la tasa de interés baste para llevarlos a su nivel óptimo. También pienso que una muy amplia socialización de la inversión se revelará como el único medio de asegurar la proximidad al pleno empleo, lo que no implica excluir los compromisos y fórmulas de todas clases que permitan al Estado cooperar con la iniciativa privada. Pero al margen de lo dicho, no hay razón alguna que justifique un socialismo de Estado abarcando la mayor parte de la vida económica de la comunidad las medidas de socialización pueden, por lo demás, ser aplicadas de un modo gradual y sin trastornar las tradiciones generales de la sociedad […].
Pero tan pronto como los organismos centrales hayan conseguido restablecer un régimen de producción que se corresponda con una situación lo más cercana posible al pleno empleo, la teoría clásica volverá a tener vigencia […].
La existencia de organismos centrales de dirección necesarios para asegurar el pleno empleo, acarreará, como es de suponer, una amplia extensión de las funciones tradicionales del Estado. Por otro lado, la teoría clásica moderna ha llamado la atención sobre los diversos casos en los que puede ser necesario moderar o dirigir el libre juego de las fuerzas económicas. Sin embargo, no subsistirá un amplio dominio sobre ellas, al menos allí donde la iniciativa y las responsabilidades privadas puedan ejercerse. En este contexto, las ventajas tradicionales del individualismo conservarán todo su valor…
El aumento de la esfera de competencias estatales, imprescindible para el ajuste recíproco de la propensión al consumo y al estímulo a la inversión, parecería a un tratadista del siglo XIX o a un financiero americano de hoy una flagrante violación de los principios individualistas. Y, sin embargo, esa ampliación de funciones se nos muestra no sólo como el único medio de evitar una completa destrucción de las instituciones económicas actuales, sino como la condición de una práctica acertada de la iniciativa privada».
Keynes, J.M.: Teoría general del empleo, el interés y el dinero, Payot, París, 1936, pp. 391 y ss.
1) Propensión a consumir; relación entre la renta real de los consumidores y el valor de las compras que ellos efectúan.


2) Flujo de inversiones: suma destinadas a las inversiones, es decir, al incremento del equipamiento de una empresa.

Imperialismo



Oferta y demanda





Surgimiento del Capitalismo



Feudalismo
Sistema contractual de relaciones políticas y militares entre los miembros de la nobleza de Europa occidental durante la alta edad media. El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad. El contrato era entre hombres libres.

Algunas de las causas de la desaparición del feudalismo fueron; 

·         La ineficacia del feudalismo como sistema de producción.
·         Agotamiento y la desaparición de la fuerza de trabajo que alimentaba el sistema.
·         Fue la superexplotación de la fuerza de trabajo: los siervos abandonaron la tierra y para quienes quedaron la presión del señor se hizo insoportable.
·         El crecimiento de las ciudades.



El capitalismo es el orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción.
En el capitalismo los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una cooperación mediatizada por el mercado. La distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.
El nombre de sociedad capitalista proviene del hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante. La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo, mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.

A lo largo de su historia, pero sobre todo durante su auge en la segunda mitad del siglo XIX, el capitalismo tuvo una serie de características básicas.
En primer lugar, los medios de producción —tierra y capital- son de propiedad privada. En este contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras herramientas utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo.
En segundo lugar, la actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción entre compradores y vendedores (o productores) que se produce en los mercados.
En tercer lugar, tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores, son libres y buscan maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor partido posible de sus recursos y del trabajo que utilizan para producir; los consumidores pueden gastar cómo y cuando quieran sus ingresos para obtener la mayor satisfacción posible.

CAMBIOS EN LOS SISTEMAS.
En realidad, este proceso podemos apreciarlo en todos los aspectos de la sociedad:
En la economía, veremos cómo
 De una economía agrícola, donde la nobleza es propietaria de la tierra y después la cede a campesinos que han de pagarle una renta en dinero y trabajar en las tierras del señor,
Se llega a una economía industrial, donde el empresario es dueño de los medios de producción (la fábrica, las máquinas...) y la mayoría de la población vive en ciudades y trabaja en la industria a cambio de un salario.
En la sociedad, se produce la transición entre
 La antigua sociedad estamental, donde la posición que se ocupa en la sociedad está determinada por el nacimiento y hay una desigualdad de derechos entre las personas: la nobleza y el Clero, formaban los estamentos privilegiados y tenían derechos superiores a los del Tercer Estado formado por el resto de la población.
 Y la sociedad de clases sociales, donde la posición que se ocupa depende de la cantidad de riqueza y se produce la oposición entre la burguesía, propietaria de los medios de producción, y los obreros, que reciben un salario por su trabajo.
En la organización política de la sociedad,
 De una monarquía absoluta, donde el poder es ejercido por los reyes y la nobleza y el clero tienen importantes parcelas de poder,
Se llega a un sistema liberal en el que la burguesía consigue el poder político y va ampliando cada vez más el derecho al voto de los ciudadanos.
Toda esta evolución se va a realizar en DOS FASES:
Durante el Antiguo Régimen, también llamado Edad Moderna, desde el siglo XVI a mediados del siglo XVIII, se irá produciendo un lento crecimiento económico impulsado por la burguesía. Este grupo social irá transformando en función de sus intereses la sociedad, las formas políticas y la cultura.

 Desde finales del siglo XVIII a mediados del siglo XIX, este proceso dará lugar a la llamada “doble revolución”: la Revolución Industrial y las revoluciones burguesas.

Autores Clásicos


John Maynar Keynes

Bibliografia de John Maynard Keynes

Economista inglés (Cambridge, 1883 - Firle, Sussex, 1946). Recibió una educación de elite en Eton y Cambridge, orientándose hacia la economía por consejo de su maestro, Alfred Marshall. Tras un breve periodo trabajando en el servicio administrativo británico para la India, en 1909 entró como profesor en el King's College de Cambridge, donde enseñaría economía hasta su muerte. Fue un hombre de vasta cultura, un humanista erudito y de prosa exquisita, gran orador, contertulio y mecenas de intelectuales y artistas; pero también fue un hombre de mundo interesado por los asuntos políticos y por la economía práctica, dedicando parte de su tiempo a negocios ajenos y propios con los que llegaría a hacerse millonario.

Todos sus escritos económicos fueron respuesta a problemas acuciantes de la economía de su tiempo. Así, como fruto de su trabajo en la Administración colonial, escribió La moneda india y las finanzas (1913). Las consecuencias económicas de la paz (1919) fue resultado de su participación como representante del Tesoro en la delegación británica enviada a negociar el Tratado de Versalles después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (1914-18); Keynes dimitió de aquel cargo para mostrar su desacuerdo con las duras condiciones impuestas a los vencidos y escribió este libro para argumentar que tales condiciones, fruto de un espíritu de venganza, serían imposibles de cumplir y conducirían a la ruina económica de Alemania, con graves consecuencias para el resto del mundo.
Desgraciadamente, el tiempo demostró que sus previsiones eran acertadas, y Keynes volvió sobre el tema en Una revisión del tratado (1922). Las cuestiones monetarias siguieron atrayendo su atención en el Tratado sobre la reforma monetaria (1923) y el Tratado sobre el dinero (1930), en donde criticó respectivamente la adhesión al patrón oro y la teoría cuantitativa de la moneda.
Pero su obra decisiva fue la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero(1936), con la que dio una respuesta definitiva a la grave depresión económica desencadenada en todo el mundo a partir del crash de la Bolsa de Nueva York de 1929. Retomando intuiciones olvidadas de los teóricos del subconsumo (como Malthus), Keynes indicó que la causa de la crisis era la insuficiencia de la demanda, debida a la creciente propensión marginal al ahorro de las sociedades desarrolladas (esto es: que a medida que aumenta la renta, es mayor la parte de ésta que se destina al ahorro y menor la que se dedica al consumo, con lo que una parte de la producción no encuentra comprador).
En su opinión, el desempleo así originado no podía remediarse únicamente con medidas monetarias. La debilidad del consumo privado sólo podía remediarse incrementando el gasto público en periodos de recesión, haciendo que el Estado incurriera en un déficit para crear demanda adicional. La importancia de los puntos de vista contenidos en aquel libro fue tal que fundó toda una rama de la teoría económica moderna, la macroeconomía, dedicada a explorar las relaciones entre los grandes agregados de la renta nacional.
Tras vencer las resistencias conservadoras de la ortodoxia liberal, la «revolución keynesiana» fue penetrando en el mundo académico y en las políticas económicas de los países: influyó quizá sobre el New Deal de Franklin D. Roosevelt, pero fue sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial (1939-45) cuando se extendió como una nueva ortodoxia, determinando las políticas económicas de todo el mundo occidental durante más de tres décadas de crecimiento sostenido. Los partidos conservadores y liberales se sumaron a esta política capaz de devolver la estabilidad al sistema capitalista después de los sobresaltos del periodo de Entreguerras; e incluso los socialdemócratas la aceptaron con entusiasmo, en la medida en que justificaba la intervención del Estado en la economía y el crecimiento del sector público.
El prestigio alcanzado por Keynes fue tal que el rey Jorge VI le nombró barón en 1942, ingresando en la Cámara de los Lores. Al final de su vida ejerció una influencia directa sobre la política económica de su país como director del Banco de Inglaterra y asesor del ministro del Tesoro. En 1944 presidió la delegación británica en la Conferencia de Bretton Woods, donde contribuyó a dar forma al Fondo Monetario Internacional.

El Keynesianismo:
Ideas fundamentales de la teoría keynesiana

En el punto central del keynesianismo está la demanda. Keynes tiene en su pensamiento los supuestos de la doctrina clásica y neoclásica. En su mira está la alta inestabilidad de la demanda del conjunto de la economía. Para ingresos crecientes descienden los gastos de consumo mientras gana significado el ahorro. La gente trabaja así no exclusivamente para poder satisfacer sus deseos de consumo actuales, sino también para crear ahorros y fortuna. El ingreso producido por la totalidad de la economía de un país en un periodo, por ejemplo un año, debería llegar a ser en su totalidad demanda efectiva y todo el ahorro se debería reinvertir.
La dimensión de las inversiones en forma predominante depende menos del tipo de interés (el precio del dinero) como mucho más de las expectativas determinadas de réditos futuros. Con respecto al futuro desarrollo de la economía hay que andar con cuidado, manteniendo tanto los ahorristas como los empresarios distancia de las inversiones. Un rol decisivo juegan las expectativas en la determinación de la oferta de una economía nacional (global). Si los empresarios cuentan con caídas de demanda, revisan sus planes de producción y de inversión correspondientes hacia abajo. Los puestos de trabajo disminuirán. Keynes logra explicar con su modelo los motivos teóricos de la crisis observada. Las conclusiones más importantes permanecen: que la demanda efectiva tiene mucha importancia en el conjunto de la economía, las expectativas negativas pueden hacer que una economía en su conjunto permanezca no ocupada en su totalidad y el efecto precios (especialmente el mecanismo de la tasa de interés) no siempre está asociado con la estabilización.